Una presión de inflado adecuada garantizará en gran medida desempeño, seguridad y economía de combustible, ¡así que toma nota y considera lo siguiente!
Cada caso es un caso. Dentro del manual del propietario del vehículo, así como las señalizaciones en el borde o marco de la puerta, guantera, o puerta del combustible, se encuentra indicada, para cada coche, la presión adecuada a la que deberán inflarse las llantas ante ciertas circunstancias.
Ésta, además, deberá monitorearse de manera mensual utilizando un medidor preciso de presión de neumáticos cuando estos estén fríos, ya que el desgaste y el bajo nivel de aire puede originarse de diversas causas tales como pinchazos, cortes, daños con el roce con la acera, impactos, o dislocamiento/desplazamiento parcial del talón, a las cuales deberemos quedar atentos.
¿Qué ocasiona el nivel bajo o alto de la presión?
El nivel bajo de inflado puede resultar en el agrietamiento severo o separación de componentes del producto, y es una de las principales causas de desgaste en las llantas. Por otro lado, la rigidez de los neumáticos aumenta cuando están sobre inflados, lo cual puede deteriorar la calidad del manejo y generar vibración no deseada.
Así mismo, niveles bajos producen desgaste en la banda de rodamiento en los bordes externos y produce calor excesivo, mientras que niveles altos fomentan un deterioro más rápido y un desgaste no uniforme del centro de la banda de rodamiento al cargar este con la mayor parte del peso del auto. Finalmente, hay que tomar en cuenta que el cuidado que le demos a nuestro coche, directamente se lo estaremos dando también a nuestra economía y seguridad.